“... Notaba sus manos sobre mi cuerpo, sus caricias recorrían toda mi piel sin dejar espacio alguno sin explorar, ¿como habíamos llegado a esto? ¿culpa miá? ¿o quizás suya? Eso no importaba lo único que me importa ahora es no cesar en aque jugo incesante. Dio un paso hacia atrás pero me vi incapaz de ello, mi espalda topo contra la pared, y me sentía aprisionada entre su cuerpo y aquel muro que me impedía escapar a cualquier lugar. No hice mas que un mohin antes de poder lamer incesante sus labios dirigiendo mi boca hacia su cuello, a la par que mis manos descendiendo se colaban en su pantalón...”

jueves, 13 de enero de 2011

Una higiene intachable


Importante, la regla de oro cuando se utilizan juguetes sexuales es, ante todo, tener una higiene intachable. Antes y después de usarlo, con agua y jabón es suficiente. Pero no uses agua demasiado caliente, ya que los puede estropear. Ten cuidado y, sobre todo, nunca introduzcas tus juguetes en un lavavajillas, ya que podrían quedar inutilizables.
Y si se lo prestas a tu pareja, usa preservativo, ya que no por ser artificial, tu juguete está libre de transmitir una ETS.

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